El reflejo del espejo: El fantasma de la máquina (2a. parte)

Conectando con lo que se abordó en la primera parte de esta reflexión que intenta reflejar lo que hay de fondo en el espejo creado y configurado por nuestra propia psiquis colectiva e imaginaria, nos enfoca por el momento a retomar lo que Bachelard (1960) trabajó respecto a la ensoñación, y especialmente sobre ese posible existencialismo fenomenológico de dicha ensoñación que de alguna manera, pudiera ser que prevalece latente en nuestro inconsciente profundo con el cual, intentó esbozar este autor hacia una psicología de las profundidades.

Bachelard lo refiere a la posible existencia de una especie de dialéctica donde exista un punto de encuentro y conexión sináptica entre la ensoñación y los esfuerzos por construir un tipo de conocimiento. Significa una especie de mezcla teórica de género donde pueda manifestarse de manera profunda, parte de lo que puede ser considerada como "anima", o más bien como poética del anima (Bachelard,1960). Hasta ahí creo vamos ya sembrando el sendero, que nos conduzca a la siguiente posición del pensamiento reflejado en el espejo. Una posible consecuencia de nuestros tiempos acelerados y caóticos, un espacio donde todo puede bifurcarse y tornarse, en efecto, como otra paradoja del espacio-tiempo que permanece latente, en espera de ser desdoblada por nuestro estado de conciencia, aun dormida y automatizada por los diversos sistemas de control cibernéticos, políticos y sociales, educativos y culturales.



Las huellas de memoria ya no son tan trascendentales para activar procesos significativos de aprendizaje, porque según funcionarios y autoridades de educación de mi país, ahora lo que conviene en términos efectivos de eficientismo del mercado de trabajo globalizado, es el razonamiento y pensamiento crítico  para convertir a los futuros recursos humanos en autómatas que sólo obedezcan fielmente a los ordenamientos e instrucciones programadas de un sistema de Estado curricular, sólo orientado maliciosamente hacia el logro de los niveles de desempeño laboral (competencias). 

Ahí es donde se corre el riesgo de una ruptura del espejo, un autismo provocado, por no decir un estado de inercia e incertidumbre, donde más bien, permanezca, una especie de esquizofrenia mental (descerebramiento manipulado) de la sociedad consumista, que no opta por crear espacios colectivos de inteligencia. Donde quede atrapado el fantasma de la población dentro del aparato o maquinaria ideológica del Estado, con el propósito de seguir vigente y consolidando su poder legitimo, que está a punto de desmoronarse y diluirse como agua estancada y corrupta, porque no toda la realidad del mundo puede estar concatenada a la mera aspiración partidista política y mal intento de modelos educativos que carecen de forma y fondo, porque son considerados como diría Deleuze y Guattari: cuerpos  y máquinas deseantes sin órganos (1972), es decir, máquinas robotizadas que tienen muy baja conciencia histórica, social y cognitiva, porque sólo se aprecia que la realidad del mundo puede concebirse como producción e industria que alimenta a las oligarquías del poder interno, y reproduce esta experiencia mal reflejada hacia el exterior:

"...la esquizofrenia es el universo de las máquinas deseantes productoras y reproductoras, la universal producción primaria como <<realidad esencial del hombre y de la naturaleza>>."(Deleuze y Guattari. El antiedipo).



Lo que puede permanecer de esta inferencia es sólo mera especulación sin rumbo, porque tampoco queda claro su definición, distancia, espacio ni tiempo, sigue en estado de letargo y ensoñación imaginaria. Es de nuevo la alegoría platónica de la Caverna, donde existe ese único reflejo del imaginario individual, aislado e impermanente, porque aun no logra visualizar la otra realidad, sino es a través de esa loca máquina de deseos, porque supuestamente le realiza y atiende sus necesidades básicas y su realidad cotidiana inmediata, sin angustias ni ansiedades repentinas, lo importante es sólo permanecer conectados (as) y sobresaturados, y a su vez, des-informados (as), sin tener mayores ilusiones en la vida, ni proyecto alguno que quiebre ese ficticio mundo de autómatas máquinas deseantes sin órganos. El fantasma de la máquina está ocupado captando animas en las calles y en el interior de las oficinas, escuelas, instituciones, etc., prosigue su marcha aniquilando las animas humanas de este dolido mundo del siglo 21.

En la tercer y última parte del artículo abordaremos, si el reflejo del espejo sólo puede ser explicado e interpretado desde las propuestas de la física cuántica, en relación con la multiplicidad de su dimensión mítica y simbólica, o es un mero intento por mantener una estructura de sistemas simbólicos y de representación social que den pauta hacia una verdadera transformación de la especie humana, o se avisora en el horizonte su regeneración hacia nuevos sistemas de control y poder.



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