Telepresencia: o el dilema del Cyborg (2a. parte)

Para continuar con nuestra anterior reflexión acerca de la Telepresencia como concepto y constructo práctica derivada de la sociedad digitalizada de la información y de los conocimientos. Habremos de acotar que actualmente este término es empleado en las empresas e instituciones (privadas y públicas), como los enlaces que se realizan en diversos ámbitos de trabajo, reuniones, informes de actividades, reportes, avisos, o simplemente como videoconferencias a distancia, cuando algún miembro representante de dichas organizaciones, por diferentes motivos o causas, no puede asistir de manera presencial en dichas reuniones, se opta agregarlo y conectarlo mediante plataformas exclusivas de las propias dependencias.




Pensemos por ejemplo, cuando en las instancias de los gobiernos requieren estar comunicados de manera expresa e inmediata con otros funcionarios de su equipo, o cuando se realizan reuniones extraordinarias de seguridad nacional, policiacas, militares, espionaje , entre otras. Se despliegan estos recursos para conectar a las personas que dirigen o coordinan diversos proyectos relacionados con el planteamiento y desarrollo de estrategias y tácticas (políticas, financieras, mercadotécnicas, difusión de prototipos y innovación de nuevos productos para el mercado interno y externo, etc.), la Telepresencia se integra en este tipo de actividades, como si fueran extensiones corporales. 

Eso nos remite a la concepción psicopedagógica que planteó en su momento, Vygotski (1979, 1981)), cuando hizo mención sobre la aparición del lenguaje, el cual consideraba era una herramienta cognitiva potencial para desarrollarla y potenciarla desde el núcleo familiar y posteriormente, a otros contextos sociales y culturales, desde los primeros años de vida hasta la vida adulta. El significado de esta concepción, puede extenderse en los procesos de comunicación humana en relación con la comunicación social de los medios (impresos, electrónicos, multimediáticos, digitales, etc.), donde se construyen de manera gradual como extensiones de nuestro propio cuerpo físico individual (de nuestro propio campo de percepción sensorial y fenomenológica), y se conectan, por así decirlo, con los otros individuos, grupos, comunidades y colectivos, que a su vez, están integrados en diferentes estratos y ámbitos de la sociedad. 

Esto también incluye las prácticas cotidianas ciberculturales de las redes sociales y sus implicaciones en el comportamiento de las personas que están involucradas en distintas vivencias y experiencias, donde el uso y práctica  de la inteligencia se comporta de un modo más colectivo, porque es ahí, el entorno posible o ecosistema que emplea dichas situaciones virtuales de espacio-tiempo para producir, distribuir y compartir información, pero es justo cuando se corre el riesgo de diluir, la claridad de los pensamientos y las ideas, las necesidades de la gente, considerada como ente abstracto informatizado. 

En alusión a lo que planteaba el filósofo ensayista Zygmunt Bauman (2004) sobre las características particulares que manifiesta actualmente la llamada sociedad líquida, donde todo cambia de manera repentina, porque no existe alguna posibilidad para consolidar los logros individuales de las personas, porque tampoco se pueden consolidar los proyectos de manera plena en contextos complejos de consumo y reciclaje inmediato.



En este sentido, cabría plantearse si es razonable pensar que en el presente siglo XXI, vamos a tener que ver y lidiar sólo con realidades intangibles, e imágenes ilusorias creadas por dispositivos electrónicos y digitales, que son capaces de producir objetos evanescentes en un mundo donde sólo permanecerán espectros, alucinaciones y ectoplasmas (Maldonado, 1994).

Esto quiere decir, que en el caso concreto de la Telepresencia, es un ejemplo claro de cómo el valor adquirido de lo que significa ser humano y "estar ahí", se comportan como meros objetos de consumo, pero que son desechables desde el momento que ya no encajan con el sistema (La Matrix), y se pueden volver irresistiblemente peligrosos para la propia estabilidad del mismo. Es cuando se activa el campo fenomenológico de percepción individual y se altera de manera interna o logra reponerse ante los eventos y logra desdoblar a tiempo su personal concepción de la realidad, es decir, se anticipa a los hechos que construyen el futuro, desde el aquí y ahora. 

De lo que pueda cada quien aproximar y visualizar sobre los objetos de conocimiento a través del dominio y desarrollo de las herramientas cognitivas, emocionales y espirituales, tanto del plano real (físico) o virtual en relación con las experiencias adquiridas a lo largo de la vida, ya sea, para resolver problemas cotidianos o realizar decisiones importantes a nivel personal y colectivo, que le ayuden a sobrevivir solo o acompañado en este enorme camino de pruebas, los cuales se extienden o se comprimen, de acuerdo al campo Gestalt particular del entorno inmediato de cada persona, grupo o colectivo, se convierte también en un campo de oportunidades, donde se construyan y decodifiquen las ideas, los sentimientos y las emociones de acuerdo a su visión del mundo, en dos ámbitos importantes: de   autodestrucción y desvalorización (líquido), o de otro más prospectivo, inclusivo y holístico, un espacio tiempo donde todo fluya y florezcan nuevas propuestas de transformación integral, a fin de lograr los puntos de equilibrio y estabilidad, a pesar de los niveles de incertidumbre.

Lo real y virtual del "estar ahí", aunque es una meta irrealizable a corto plazo, es un importante reto que puede concretarse en la medida que se cobre conciencia de los fallos y errores y se aprenda a reiniciar el camino que ha sido parte del pasado, porque es también del presente y está vinculado con la oportunidad de colaborar en ese gran proyecto de humanidad: trabajar en su desdoblamiento para cambiar el futuro inmediato (Garnier Malet, 2015). 

Referencias consultadas

Bauman, Zigmut (2004). Modernidad líquida. 3a. reimpr., México, FCE, 117
Bodrova, E. y J. Leong, D. (2004). Herramientas de la mente. México, Biblioteca del Maestro/SEP, Pearson Educación, 194pp.
De Kerckhove, D. (1999). La piel de la cultura. Barcelona, Gedisa
Garnier Malet, J. P. y Lucile G. M. (2015). Cambia tu futuro por las aperturas temporales. España, Arkano Books, 244pp.
Heidegger, M. (1951). Ser y Tiempo. México, FCE, 478pp.
Husserl. E. (1996). Meditaciones Cartesianas. México, FCE, 236pp.
Maldonado, T. (1994). Lo real y lo virtual. España, Gedisa, 261pp.
Philip Gleason, S. (2016). Technology and the Not-so-Stable Body: "Being There" in the Cyborg Dilemma. Journal of Virtual World Research, Vol.9, No.2 September
  

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